La Luna y la energía negativa

El mundo en su totalidad está dividido en dos energías clave: la energía positiva y la energía negativa; también conocidas como "yin y yang". La interacción entre estas dos fuerzas es lo que hace que todo en el mundo exista como lo hace, desde el funcionamiento de bombillos y celulares hasta la reproducción de todo ser vivo.

Gracias a la manía humana de encasillar, clasificar y ordenar las cosas, a cada una de estas energías se le asoció un sexo específico dependiendo de sus cualidades espirituales. La energía negativa, que canaliza todo lo de su exterior hacia adentro y es una fuerza sensible, creadora y destructora, fue asociada a lo femenino; mientras que la energía positiva, que canaliza todo su interior hacia el mundo exterior y es una fuerza creativa y racional, fue asociada a lo masculino. Naturalmente, las energías no poseen las cualidades morales y de género que solemos atribuirles a palabras como "femenino y masculino" o "positivo y negativo", y son sólo fuerzas que están dentro de cada ser humano, organismo o mecanismo en este planeta tierra y en el universo.

La energía negativa es la energía femenina, pasiva pero, aún así, latente siempre en cada momento. Es la encargada de la destrucción y creación, los sentimientos, los sueños, las intuiciones y la conexión con los mundos que escapan de nuestra realidad física. Es todo lo sensible, intuitivo e interno, lo que no se ve pero se siente, se sabe o se recuerda. Claramente, el mundo occidental, completamente positivizado, le ha cerrado el paso a la energía negativa desestimando el poder de los sentimientos, las intuiciones, los sueños, y todo lo que no tenga cabida dentro de las reglas de "lo normal", físico y establecido.

Esta negación de la energía negativa, tanto individual como masivamente, ha generado una serie de problemas mentales que solo hasta ahora se están pudiendo hablar abiertamente y mostrar a la luz del sol. La ansiedad, el estrés, la depresión y demás, son producto de la negación de la energía negativa, que conlleva a la somatización de esa energía reprimida mediante el cuerpo.

El mundo occidental, al cerrarle el paso a los sueños, la intuición, los sentimientos y demás, creó una realidad ficticia en la cual solo la parte positiva de cada individuo puede existir y expresarse, pero que es completamente contradictoria, porque esta separación de las energías no es posible. Entones, "el mundo real" y todo su funcionamiento, empieza a generar malestar, incomodidad y ser fuente de todas las desdichas, porque le impide a los individuos existir completamente, en toda su positividad y negatividad, con toda su racionalidad y sensibilidad.

Como vivimos en un mundo tan positivizado, siempre es recomendable tratar de entender, aceptar y tratar los problemas de naturaleza negativa que podamos llegar a tener y estar negando. Por ejemplo, debemos tratar de estar más conectados a nuestro sentir, entender nuestros sentimientos y dejarlos fluir sin quererlos controlar, sin rechazarlos y negarlos. Eso es de lo peor del mundo positivo, que rechaza por completo los sentimientos y pretende que nos desconectemos de nosotros mismos, de nuestro interior, en vez de oírnos y permitirnos sentir. Es demasiado común eso de reprimir los sentimientos, y es completamente limitante y problemático. Entonces pregúntate constantemente, ¿qué y cómo te sientes? ¿cómo estás verdaderamente?

Lógicamente, no hay luz sin oscuridad, y viceversa, por lo que enfrascarnos únicamente en nuestra energía negativa también es bastante dañino, y mas cuando el mundo nos exige ser positivos. Sin el balance de ambas energías no podemos manifestar nada de lo que queramos, ni sentirnos completamente satisfechos con nuestras vidas.

En la astrología, los signos de Tierra (Tauro, Virgo y Capricornio) y Agua (Cancer, Escorpio y Piscis) son dominados por la energía negativa, son sensibles, reflexivos y canalizan todos sus problemas hacia adentro, buscando entender o sentir toda su realidad. Son signos creativos, llenos de sentimientos, poéticos, y le brindan al mundo positivista el amor, la calidez y hermandad que le suele faltar. Claramente, la energía que los inspira y los hace seres sensibles y místicos, es la misma que los puede volver manipuladores, rencorosos e hiper sensibles, tanto que suelen buscar alejarse y escapar de su propia realidad y sentimientos a cualquier precio. La energía negativa es la energía de los introvertidos, es La Sacerdotisa en el Tarot, que tiene un mundo interno inmenso y poderoso, que suele llevarla por las sombras y los sentimientos oscuros, pero siempre la mantiene conectada a su poder propio.